Caso de nepotismo y controversias en el ámbito judicial de Puebla
En el sistema judicial de Puebla, han surgido casos que han generado polémica y cuestionamientos sobre la ética y el profesionalismo de algunos funcionarios.
Uno de los casos más destacados es el del juez José Luis Arenas Juárez, señalado por autorizar convivencias familiares entre los hijos de una víctima de feminicidio y los padres del presunto feminicida. Además, se le relaciona con la liberación de un homicida en Tepeaca, quien obtuvo su libertad mediante una boleta emitida por su juzgado. Arenas Juárez es hijo de la magistrada en retiro María de los Ángeles Juárez Hernández, lo que, según versiones en redes sociales y medios, podría haberle permitido operar sin sanciones.
Por otro lado, varios candidatos a magistrados de circuito civil en Puebla enfrentan denuncias y cuestionamientos. Hazel Luz Idalia Mier Arriaga fue objeto de una denuncia que resultó en un apercibimiento privado por supuesta falta de profesionalismo, aunque fue calificada como una falta no grave.
Mario Antonio De Jesús Jiménez Martínez ha sido mencionado por su presunta participación en la distribución irregular de 10 millones de pesos provenientes del SAT y por anomalías en la compra de terrenos en Tlaxco y Calpulalpan.
En contraste, Lidiette Gill Vargas, con casi 19 años de experiencia y un doctorado en derecho. Que sin embargo, su postulación junto a la de su esposo Carlos Roberto Barrientos Sánchez para el mismo puesto de magistrado ha generado críticas, ya que podría interpretarse como nepotismo o, al menos, como una práctica poco ética que limita las oportunidades para otros candidatos.
Estos casos reflejan la necesidad de mayor transparencia y ética en el ámbito judicial, así como de un escrutinio más riguroso para garantizar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.
